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Image 1853-54-Madrid-Casadeleditor-01-010 
Illustration No. 1     
Illustrator Agustín Navarro 
Engraver Pierre Duflos 
Lithographer  
Title Caption  
Title Supplied Don Quixote cured by the innkeeper´s wife 
Part Part I, Madrid 1605  
Chapter Chapter 16 
Subject 16.1 DQ and SP arrival at second inn
 
Illustration Type Chapter illustration
 
Technique Burin engraving
 
Color Black and white 
Volume Tome I (bound with tome II in vol. I) 
Page Number f.p. 125 
Image Dimension 141 x 99 
Page Dimension 210 x 135 
Commentary "8. Don Quijote yace en un camaranchon de una venta sobre una pobre y dura cama, mal herido por los yangûeses. La ventera y su hija, alumbrándolas Maritornes, le emplastan de arriba abajo, y Sancho Panza dice á la ventera que guarde algunas estopas para bizmarle á él tambien. Cap. 16, pág. 127" ("Pauta y esplicacion de las estampas". Madrid: Casa del editor, 1853-54, t. I, p. 274).

"10. Acostado Don Quixote en un camaranchon y en una dura cama, mal herido de los estacazos de los Yanqueses, la ventera y su hija le emplastan de arriba abaxo, alumbrandoles Maritornes, y asistiendo Sancho Panza, que dice á la ventera reserve algunas estopas para vizmarle á él, que tambien se sentia dolorido. P.I.T.II.p.26" ("Esplicacion de la estampas". Vol. V, p. 429).

Excellent figures drawn and engraved with great quality; Maritornes with great realism; the figures of the innkeeper´s wife, her daughter and don Quixote follows a lengthened canon; the shading created from Maritornes' lamp is remarkable. 
Notes 1 - Same plate first used for Madrid: Sancha, 1797-98; now worn.
2 - "Es una composición vulgar, de una academicismo congelado. En primer término, la moza que está de rodillas, examinando un brazo del Caballero, es un modelo de Lucrecia o de Cornelia para cualquier composición neoclásica; y los demás tipos paracen igualmente maniquíes de taller. Pero, a la derecha, con el candil en alto, alumbrando la escena, destaca una figura discorde y sorprendente. Es una formidable Maritornes, no muy bien dibujada, pero viva y realista, auténtica de pies a cabeza [...]. Esa es la "moza asturiana", de Cervantes, "ancha de cara, llana de cogote, del un ojo tuerta y del otro no muy sana". La ficción académica se ha roto aquí, como un desgarrón en un velo espeso, y la realidad aparece. Esa Maritornes no la había simplemente imaginado o compuesto Navarro en su taller, sino que la había visto en carne y hueso, fregatriz de hogar humilde o sirvienta de posada" (Givanel 162-164).